A propósito de temporales Iquique también tuvo lo suyo

Era el año 1946 cuando en Tarapacá se dejó caer una llovizna persistente, que luego se trasformo en lluvia dejando varios estragos en las viviendas de la ciudad. En esa época Iquique no era muy grande y no existían tomas o campamentos. En esa ocasión fue todo un acontecimiento para los habitantes.- Según las historias que cuentan, de quiénes tuvieron el privilegio de vivir esa experiencia, fue tanta el agua que cayo, que el agua corría por el cerro hacia abajo dejando surcos que aún se pueden apreciar. Lo extraordinario es que a los pocos días de haber amainado las lluvias, el gran cerro floreció con una pequeña maleza verde, y que el espectáculo era impresionante y nunca visto.

Acá podemos ver una foto de ese histórico momento, en las intersecciones de las calles Baquedano y Zegers.