
A mediados del próximo mes de agosto partirá con destino a Júpiter una nueva sonda espacial, la Juno, que deberá llegar y ponerse allí en órbita en 2016, para investigar el origen y la evolución de este gigante, comprender cómo se formaron los planetas gaseosos y qué papel jugaron en el conjunto del Sistema Solar. Los científicos, en concreto, quieren saber si tiene un núcleo sólido o es todo gas, medir la cantidad de agua y amoníaco en su atmósfera, observar las auroras allí y cartografiar el intenso campo magnético. La NASA está ya ultimando la construcción de la nave y, mientras tanto, planea el siguiente paso, que sería con la Agencia Europea del Espacio (ESA). Se trataría de una misión conjunta -todavía pendiente de aprobación- enfocada en este caso a dos particulares lunas jupiterinass heladas: Europa y Ganimedes.
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